jueves, 31 de marzo de 2011

Cosas de Marcas

No sé si hace falta que presente aquí a Anton Krupicka. El excepcional corredor americano va camino de convertirse en un icono del ultrafondo gracias a su manera propia de entender la carrera a pie. Su estética minimalista -sobre todo-, y su práctica deliberada -también llamado machaquismo- han despertado la curiosidad de miles de trailrunners que se preguntan cada día si aún podrán ser como él.

Esto, además de los buenos resultados cosechados en las principales carreras de Norteamérica, llamaría la atención de New Balance, que lo hizo su brand ambassador. Desde el principio me resultó curioso cómo una marca deportiva puede apostar por un tío que corre sin camiseta cuando una de las principales motivaciones para la sponsorización de un deportista es el potencial de su ropa como soporte publicitario.


Puedes saber más sobre él leyéndote sus FAQ's o este impresionante
trabajo de investigación de www.corredordemontana.com

Sin embargo, en New Balance lo hicieron, seguramente dentro de una estrategia para promocionar/lanzar su línea de zapatillas minimalistas, y resulta que en el catálogo de la nueva temporada de Saucony se ha encontrado con ésto:



Cosas que pasan


Llamadme suspicaz pero a mi este tío me recuerda a Krupicka hasta el plagio.

Intencionado o no, yo diría que a Saucony no le hubiera sido tan fácil si en cada foto de éste tío hubiéramos encontrado una N gigante tatuada en su pecho o en una camiseta fosforescente. No le huberia salido tan barato si New Balance nos resultara tan propia de Krupicka como su barba y su melena.


jueves, 24 de marzo de 2011

20 Mar 2011 XXII Carrera del Agua - 10k



Gran pufo. Sólo así puede hablar uno cuando va a hacer 33 y poco y acaba más de un minuto después. Tengo una lista de excusas a la que cada hora que pasa le añado dos o tres...pero ya voy a parar porque se me está yendo de las manos y no sirve para nada.





Quiero pasar página pero no sé muy bien como. En teoría esta carrera iba a ser como un bálsamo que rebajara las ganas de reventar cronometros y volver a entrenar ya sin ímpetus aniquiladores.



Había entrenado bien, me levanté bien y salí bien. Pero cuando se puso la cosa un poco fea no supe sufrir. O no supe o no quise. O no quise o no pude. Vaya usted a saber.

¡Y ahora qué! Miro por Internet y me dan ganas de correr cualquier cosa, meto hachazos sin sentido en los rodajes suaves y cuando me miro en los espejos me parece que todavía lllevo a tirita en la nariz.

El único consuelo es la gran verdad: "Hay más días que ollas y más mujeres que lagartijas".

Así sea.